Escena bélica
La escena, muy evocadora de algunas batallas de la Ilíada, la componen tres guerreros. El héroe, con escudo y taparrabos, ya ha derrotado a un adversario y está a punto de vencer a un segundo enemigo. «La representación del cuerpo humano presenta un nivel de detalle y de musculatura que no se vuelve a ver hasta el período clásico del arte griego, unos 1.000 años más tarde», expresa Jack Davis.
Foto: Courtesy of The Department of Classics, University of Cincinnati
La tumba del Guerrero del Grifo (Griffin Warrior), denominada así porque contenía una placa de marfil adornada con un grifo (una critatura mitológica con el cuerpo de un león y la cabeza y las alas de un águila), fue descubierta y excavada en el verano de 2015 por un equipo de la Universidad de Cincinnati en un olivar cercano al yacimiento arqueológico conocido como el Palacio de Néstor, en Pilos (Grecia). La tumba intacta contenía los restos mortales de un probable guerrero micénico o un sacerdote, enterrado alrededor del 1500 a.C., y unos tesoros extraordinarios que se remontan a los orígenes de la civilización griega: una espada con la empuñadura de oro, una daga también revestida de oro, copas de oro, un espejo de bronce con el mango de marfil, decenas de sellos de piedra con diseños intrincados…
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